- ¿Dora?
- Mmmmmm?
- He dibujado algo.
- ¿Otra vez? ¿Cuántas veces te he dicho que dejes de estar perdiendo el tiempo en esos garabatos?
- Bueno, es que en realidad ahora sí creo haber llegado a expresar lo que siento.
- A ver…

- ¿Sabes qué es?
- Pues claro, es el mismo dibujo de toda tu vida. Ya sé que es una boa que se come un elefante. No es un sombrero.

- No. No es un sombrero. Pero tampoco es una boa que se come al elefante. Es la noticia.
- ¿Qué?
- Mira el elefante calloso que se diluye en las páginas de los periódicos. Lo único que alcanzamos a ver son titulares grandes. Los colmillos no caben más en cada toma de la televisión. Noticia del día: problemas gástricos. Horas extras dominicales. Enfoco y dibujo un culpable. Este elefante está muy enfermo. Ya las líneas me salen demasiado torcidas.
- Nadie te mandó a desviarte de carrera. Te dije que siguieras como aviador.
- Es que puede volver el Principito. Y tanta pequeñez me asusta.
POSDATA:
No sé a cuenta de qué me invitaron como Oradora de (Des)Orden en una entrega de premios regionales de periodismo. Lo único irreverente que me salió fue usar al Principito como excusa. Me perdonan. Si se entusiasman, lean el discurso . Comprendo si no lo hacen. Ya estamos tan cansados de tantos...